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domingo, 14 de septiembre de 2014

Ante la Situación presentada en el Estado Aragua de los casos de etiología desconocida

Ante la Situación presentada en el Estado Aragua de los casos de etiología desconocida Las investigaciones de brotes, constituyen un componente importante y desafiante de la epidemiología y la salud pública, ayudan a identificar la fuente de brotes en curso y prevenir los casos adicionales, aumenta nuestro conocimiento de la(s) enfermedad(es) en estudio, proveen adiestramiento epidemiológico y fomentan la cooperación entre las comunidades clínicas y de salud pública. La razón más imperiosa para investigar un brote de cualquier enfermedad que ha sido detectado es que la(s) fuente(s) de exposición a la infección pueden continuar presentes; por lo que al identificar y eliminar la fuente de infección, podemos prevenir casos adicionales y los resultados de la investigación pueden conducir a recomendaciones o estrategias para la prevención de futuros brotes similares. Otras razones para investigar los brotes son la oportunidad: • Describir nuevas enfermedades y aprender más acerca de las enfermedades conocidas; • Evaluar las estrategias de prevención existentes, • Enseñar (y aprender) epidemiología; y • Abordar la preocupación del público respecto al brote. Un brote epidémico se define como la aparición de casos y/o muertes de algún trastorno de salud en número mayor al esperado, en un área geográfica determinada y en un período específico. No hay criterios universales que puedan aplicarse para determinar qué número de casos en exceso es suficiente para justificar una investigación. En la decisión de investigar un brote epidémico influyen factores tales como la severidad de sus consecuencias para la salud y las circunstancias particulares en que se ha producido. Pasos para realizar una investigación epidemiológica de campo A. Confirmar la ocurrencia de un brote Este conjunto de actividades debe demostrar que el número observado de casos y/ o muertes es verdaderamente mayor que el número «usual» es decir, que un brote ha ocurrido, al comparar la frecuencia observada y la esperada, definir el alcance del brote desde el punto de vista geográfico y temporal, encontrar casos para describir las características epidemiológicas de aquellos afectados e incluirlos en los estudios epidemiológicos analíticos. B. Organizar el trabajo de campo Se deben tener planes de trabajo organizados para situaciones de campo que permita atender las emergencias de salud pública. Se debe prestar especial atención y tener contemplados los aspectos administrativos, logísticos y técnicos. Se debe asegurar el abastecimiento previo de insumos mínimos para el diagnóstico, recolección, almacenaje y transporte de muestras y para el debido procesamiento y el análisis de los datos. Los equipos locales deben estar previamente organizados y listo para responder ante una situación de alerta epidemiológica con anticipación a los hechos y se les debe prestar todo el apoyo profesional y técnico cuando rebase su capacidad de respuesta: En este caso particular se debe apoyar con médicos clínicos, bioanalistas, biólogos, epidemiólogos, parasitólogos, patólogos, entomólogos así como todo profesional que pueda ayudar con su experiencia y sobre todo conocimientos a estudiar en forma integral este problema de salud pública presente. El apoyo de Servicios de Laboratorio con capacidad de respuesta oportuna debe estar disponible. C. Establecer una definición operacional de caso Es vital precisar una definición operacional de caso para los fines de la investigación del brote, que tome en cuenta condiciones o criterios de inclusión, de exclusión y restricción de acuerdo a los criterios clínicos, de laboratorio y nexos epidemiológicos, que tome en cuenta las evidencias clínicas, de precisión etiológica y de las características relevantes de la distribución de los casos notificados en función del tiempo, espacio y persona, que conlleve a construir en la forma más objetiva posible, o precisar con mayor detalle la historia natural de la enfermedad. Crear una definición de caso nos permite identificar casos de una manera simple y uniforme, además contribuye en “estandarizar” la investigación teniendo criterios claros para determinar quién debe ser un caso y quién no. Una definición de caso es única para cada situación epidémica, pero siempre está basada en medidas objetivas. Cada definición de caso incluye tres características: persona, lugar y tiempo. 1. Persona: edad, sexo, otras características relevantes cuando sean aplicables (ocupación, orientación sexual, estado civil, grupo étnico o cultural, etc.) 2. Lugar: barrio, escuela, ciudad, estado o participación en un evento específico donde se piensa que la exposición tomo lugar. 3. Tiempo: fechas durante las cuales se cree que se dio la exposición. Una definición de caso puede hacer énfasis en determinar todos los casos posibles (sensibilidad), o puede hacer énfasis en tener como casos sólo aquellos con la enfermedad exacta que estas investigando (especificidad). Generalmente empiezas con una definición amplia al comienzo de la investigación, la cual se presta para identificar cualquier persona que pueda ser catalogado o definido como “un caso (esta es una definición estadística, de la aplicación del concepto de Sensibilidad o de caso sensible). La idea principal es no correr riesgos: es mejor recoger la mayor información posible, que limitarse a una poca información. A medida que estemos más seguros de los síntomas y del posible agente involucrado, del lugar de exposición y del marco de tiempo, se podrá limitar la definición de caso con mayor grado de seguridad. A menudo, los investigadores jerarquizan todos los casos potenciales como “confirmado”, “probable” y “posible” (o “sospechoso”) para estar seguros de que nadie está quedando fuera o faltando en la recolección de los datos. 1. Caso Confirmado: síntomas característicos del agente, así como un examen de laboratorio confirmatorio de la presencia del agente o un fuerte vínculo epidemiológico con un caso confirmado por el laboratorio. 2. Probable: está confirmado que los síntomas corresponden a los del agente que explica la epidemia, pero no hay nexos epidemiológicos ni de laboratorio. 3. Posible: se reportaron síntomas que corresponden a los del agente pero no se ha obtenido la confirmación. D. Realizar la búsqueda activa de casos Importante etapa de la investigación, que permite la toma de decisiones variadas sobre los mecanismos de transmisión, o sobre el agente o del caso y en el mejor de los casos sobre los demás susceptibles, que permiten la prevención en otros grupos poblacionales. Luego de confirmado la existencia del brote, organizado el equipo de trabajo y definido operacionalmente el caso, se debe buscar en forma activa bajo una vigilancia intensificada, no contentándose con los que acudieron, acuden o acudirán a recibir atención médica, sino todos aquellas que cumplan con los criterios de inclusión. La información a recolectar durante el proceso de búsqueda de casos puede ser agrupada en cuatro categorías: • Información de identificación • Información demográfica • Información clínica • Información de factores de riesgo Usando la información mencionada anteriormente, un registro digital de casos debe ser creado por epidemiólogos con experiencia en investigaciones de epidemias. Éste permite que la información disponible sobre tiempo, persona y lugar sea organizada y revisada exhaustiva y rápidamente. Se deben adicionar nuevos casos a medida que sean identificados y todos los casos deben ser actualizados a lo largo de la investigación a medida que se obtiene nueva información y sobre todo difundirla al resto del equipo para su seguimiento y mejor conocimiento de la evolución de la enfermedad. E. Caracterizar epidemiológicamente el brote en tiempo, lugar y persona La descripción epidemiológica del brote permite caracterizar la duración, la naturaleza, el período de incubación, el período probable de exposición con su rango o amplitud, la distribución espacial con sus tasas de ataque primaria y secundaria, y la distribución por aquellas variables personales, clínicas y de exposición de los individuos y representa una excelente fuente de hipótesis que permite tomar medidas temporales lógicas y diseñar estudios epidemiológicos analíticos y las medidas de control del problema o evento de salud involucrado. Al recopilar los datos de los pacientes, las actividades de búsqueda activa de casos proporcionan información sumamente importante en cuanto a las características epidemiológicas descriptivas del brote. Al trazar y examinar en una «curva epidémica» las fechas de inicio de los casos y al analizar las características (por ejemplo, edad, sexo, raza/grupo étnico, residencia, ocupación, viaje reciente, o asistencia a eventos) de las personas enfermas, los investigadores a menudo pueden generar hipótesis en cuanto a la(s) causa(s)/fuente(s) del brote. Una curva epidémica, puede orientar los datos por tiempo y proveer evidencia de una epidemia. La forma de la curva puede ser usada para determinar el tipo y características de la epidemia (por ejemplo: origen puntual o transmisión persona a persona) y si la epidemia está en desarrollo, y define la mejor estrategia de abordaje para su lucha y control. Las distribuciones de frecuencia de factores demográficos, como edad, raza y sexo, son importantes porque proveen más información acerca de exposiciones a epidemias en potencia y riesgo de enfermedades. Los mapas de distribución de casos / sistemas de información geográfica (GIS), edad, sexo) puede ser usados para trazar ubicaciones como residencia o lugar de trabajo. Esta información puede proveer claves de los patrones de exposición en la epidemia. F. Generar hipótesis y adoptar medidas de control inmediato Las hipótesis que se generan de la descripción epidemiológica se basan sobre tres grandes aspectos: la fuente probable del agente causal del brote, el modo o mecanismo de transmisión más probable del brote y la exposición asociada a mayor riesgo de adquirirla y enfermar. La(s) fuente(s) y la(s) ruta(s) de la exposición deben determinarse para comprender por qué ocurrió el brote, cómo prevenir brotes similares en el futuro y, si el brote está en curso, cómo evitar que otros estén expuestos a la(s) fuente(s) de infección. G. Evaluar las hipótesis aplicando métodos analíticos Para evaluar las hipótesis generadas en la descripción epidemiológica, la epidemiología cuenta con la herramienta de los estudios observacionales analíticos de cohorte y de casos y control, ya que necesitamos comparar grupos de población para detectar las causas que incrementan el riesgo de enfermar o de presentar determinado desenlace en salud y proponer la (s) medida (s) de control(es) así como las mejores intervenciones de salud pública orientadas a que modifiquen positivamente esta situación observada. Los estudios de cohorte y los estudios de casos y controles son las mejores opciones para determinar la(s) causa(s) de un brote. En ambos tipos de estudio, el investigador está estudiando la población de origen de la cual surgen los casos de la enfermedad. En un estudio de cohorte, se puede usar la población total, o una muestra representativa de la misma. En un estudio de casos y controles se ubican a todos o la mayoría de los casos de la enfermedad y se hace un muestreo del grupo control. Ambos tipos de estudio son muy efectivos; el que escojas uno de ellos dependerá, entre otras cosas de las circunstancias del brote que estás investigando, la disponibilidad de recursos humanos y materiales, insumos, etc. H. Poner en marcha medidas de control específicos Con los resultados del estudio analítico y caracterización epidemiológica se dispone de evidencia para la aplicación de medidas de control inmediatas, actuando sobre el eslabón de la cadena epidemiológica más débil; con un conjunto de acciones, programas u operaciones continuas dirigidas a reducir la incidencia y/o prevalencia de un daño a la salud a niveles tales que dejen de constituir un problema de salud pública, de esa manera debemos actuar, según sea el caso, sobre la fuente de infección o el reservorio, el agente etiológico, modo de transmisión, puertas de salida y/o entrada y la protección de los susceptibles. I. Evaluar las medidas de control La vigilancia epidemiológica representa una herramienta sumamente valiosa para el monitoreo de la aplicación de las medidas de control sobre la situación de salud tanto el escenario epidémico como no epidémico: de igual manera con el uso de técnicas analíticas comparando la situación observada con la que se debe esperar si las medidas de control resultaran eficaces. J. Preparar el informe técnico de investigación de campo Se debe elaborar un informe técnico consistente, comprensible y convincente que documente el proceso y su contexto, que represente un documento científico de comunicación y difusión del conocimiento dirigidos al resto del equipo de trabajo tanto en los niveles inferiores, iguales y sobro todo con los organismos e instituciones con responsabilidad y competencia en la toma de decisiones en salud pública, de docencia y de investigación. En todo el curso de una investigación de brotes, debe evaluarse la necesidad de compartir la información con funcionarios públicos, la prensa, el público general y la población afectada por el brote; en general los medios de comunicación pueden ser un poderoso medio para compartir la información acerca de la investigación con el público y diseminar información oportuna acerca del curso de los acontecimientos evitando en lo posible ser alarmistas y siempre con énfasis en lograr los dos grandes objetivos de la comunicación que son información y Educación y en este caso particular en salud. Bibliografía D’Suze C, Fernández Silano M, Márquez B. La Investigación de Brotes En: Echezuría Marval L, Fernández Silano M, Rísquez Parra A, Rodríguez-Morales A. Editores. Temas de Epidemiologia y Salud Pública. Primera Edición. Caracas: Ediciones de la Biblioteca, EBUC, Universidad Central de Venezuela; 2013. P. 513-26.

jueves, 19 de julio de 2012

LEISHMANIASIS, GENERALIDADES HISTÓRICAS Dr. Carlos D’Suze

LEISHMANIASIS, GENERALIDADES HISTÓRICAS La Leishmaniasis es conocida por varios nombres: úlcera oriental, botón de Biskra, furúnculo de Aleppo, Furúnculo de Jericó, en Arabia Saudita es conocida como la hermana menor (Al OKTH) por estar presente en todas las familias. En América Central y Sudamérica es conocida como botón doloroso, úlcera del chiclero, úlcera de la playa, tubérculo de los bosques, tubérculo de los arbustos, buba y uta. La Leishmaniasis Tegumentaria es una enfermedad antigua. Descrita en el Viejo Testamento, en Exodus (9 y 10), y en Deutoronomio 28, quinto y último libro del Pentateuco. La enfermedad fue mencionada en los pairos de Ebers en lso Papiros Faraones 2000 años antes de Cristo, era conocido como Botón del Nilo. Esta descrita en literatura de Afganistán, Iraq, Irán, Armenia, en libros de los años 930, 970, 1130 de nuestra era. En el libro Alkanun Fi El-Tebb, libro de medicina del árabe islámico en año 1037 de nuestra era se describe un capítulo acerca de la enfermedad donde es llamada úlcera de Balkh. A principios de nuestra era fue descrita una dolencia en el Asia Central con un cuadro coincidente con sus manifestaciones actuales. Se piensa que la enfermedad se originó en Asia Central en reservorios zoonóticos, alrededor del siglo 14 pasó a la india, el mediterráneo y eventualmente al oeste de Africa. En el continente americano, representaciones de lesiones en piel y deformidades faciales han sido encontradas en piezas pre-colombinas en el Perú y Ecuador, que datan del primer siglo antes de Cristo. Ello es evidencia de que las formas cutáneas y mucocutáneas de leishmaniasis prevalecieron en el Nuevo Mundo antiguamente. Fueron encontradas cerámicas precolombinas, que datan de 400 a 900 años después de cristo, hechas por los incas en Perú, que presentan mutilaciones de labios y nariz, característica de espundia, hoy conocida como Leishmaniasis cutáneo mucosa. A través de estudios palenteológicos, fueron descubiertas momias con lesiones en piel y mucosas características de Leishmaniasis. Textos del período Inca del siglo 15 y 16, y durante la colonización española, mencionan el riesgo que corrían los trabajadores agrícolas estacionales quienes regresaban de los Andes con úlceras en la piel, en esos momentos, fueron atribuidas a la Enfermedad del Valle o Enfermedad Andina. Más tarde, las deformidades propias de la LCM en nariz y boca se conocían como Lepra blanca por su fuerte semejanza con las lesiones causadas por la lepra. Según Ganter, citado en Walton, la ocurrencia prehispánica de la leishmaniasis en Suramérica es sustentada por figuras en cerámicas de los períodos Mochica y Chimu (200-1.100 A.C.) los cuales representan con exactitud una variedad de condiciones patológicas reconocibles, incluyendo a la espundia. La leishmaniasis era conocida hace cientos de años, la primera y más importante descripción clínica fue descrita en 1.756 por Alexander Russell al examinar a un paciente Turco. Es la primera descripción en Inglés, era conocida por los nativos como “Habbet El Sene”, que significaba ulcera de medio año. La población de Aleppo diferenciaba dos formas clínicas de la enfermedad, la que ocurría en hombres que era una lesión seca y la que ocurría en mujeres, que era una lesión húmeda. La enfermedad, entonces comúnmente conocida por los europeos como " furunculo de Aleppo", "Aleppo boil", fue descrita en términos en los cuales son todavía relevantes: "después de cicatrizada, despide una deforme escara, la cual elimina residuos. ........Afecta a los nativos cuando son niños y generalmente aparece en la cara aunque también en las extremidades, ........ en los extranjeros aparece algunos meses después de arribar, pocos escapan de tenerla, pero pocas veces afecta a las personas más de una vez". Sin embargo, es hasta principios de este siglo (1.903) que Leishman en Londres descubrió los corpúsculos ovoides causantes del Kala azar, e identificado como miembro de la familia Trypanosotomidae, esto fue confirmado por Donovan en la India. Ross, ese mismo año, nombró el parásito Leishmania donovani. En 1911 Wenyon sugirió que el mosquito era el vector y en 1921 los hermanos Sergent confirmaron esto con voluntarios que fueron picados por los mosquitos y desarrollaron la enfermedad. La técnica de tinción para visualización por microscopía fue desarrollada por Giemsa en 1901 y el cultivo de parásito Nicolle en 1908, en agar sangre. El 1926, un test cutáneo fue desarrollado por Montenegro, quien introdujo la prueba intradérmica de una suspensión de organismos muertos obtenidos de cultivos. En Venezuela el primer caso clínicamente descrito fue en 1.917 y en 1.919 clínica y parasitológicamente. En la década de los cuarenta se hace el primer reporte de Leishmaniasis Cutánea Difusa (LCD). El primer caso de Leishmaniasis Visceral descrito en Venezuela, fue reportado procedente del área rural de las Mercedes del Llano en el estado Guárico en la década de los cuarenta. El Dr. José María Bengóa, primer Médico Rural del Municipio Andrés Eloy Blanco, Sanare, entre los años 1.938 -1.940 recién graduado y llegado de España le llamó la atención la presencia de unas lesiones ulcerosas en la piel en pacientes de la localidad, entonces le envía una comunicación al Dr. Sánchez Scoviza, Dermatólogo, quien le responde que esta es probablemente una patología tropical conocida como Leishmaniosis, para confirmar el diagnóstico le sugirió que le tomara una biopsia del borde de la lesión, en una lámina tomara un frotis por aposición y el resto la colocara en un frasco con formol para realizarle estudio histopatológico y se la enviara para realizar el diagnóstico. Con diversos nombres es conocida en América, la “úlcera del chiclero” es un nombre procedente de la época en que la Leishmaniasis era una enfermedad profesional de los recolectores de caucho (chicle) en México. En este tipo de Leishmaniasis las lesiones son predominantemente en cara y orejas (60% de los casos). La “Uta” es una enfermedad que aparece a gran altitud, en los valles secos de los Andes Peruanos y Ecuatorianos. El “Pian-bois” llamada así en la Guyana Francesa, causa múltiples lesiones ulcerosas, con metástasis frecuentes a lo largo de los vasos linfáticos. En Panamá y Brasil existe una forma similar denominada “Ulcera de Bejuco” y "Ferida Brava" respectivamente. A la lesión mucocutánea del nuevo mundo también se le denomina “espundia”. TABLA I HISTORIA DE LA LEISHMANIASIS • Papiro de Ebers (hacia 1.600 A.C.): “grano del Nilo “. • Biblia: sexta plaga de Egipto, promulgación de la Ley de Dios por Moisés. • Siglo X-XI: Oriente Medio y Persia, Escuela Arabe medieval de Medicina. • Nuevo Mundo: formas mucocutáneas en la época precolombina. • África y en la India desde, al menos, la mitad del siglo XVIII. • 1756, Alexander Russell: primera descripción de la enfermedad en inglés. • 1854, Villemin: denominación de Botón de Oriente. • 1885, Cunningham: parásitos como causantes de la enfermedad . • 1898, Borowsky: núcleo y kinetoplasto dentro de los amastigotes. • 1903, Leishman y Donovan y Wright: protozoo causante del kala azar. Ross : género Leishmania. • 1908, Nicolle: procedimientos de cultivo del parásito. • 1911, Wenyon: el mosquito podría ser el vector. • 1909, Lindenberg: primeras publicaciones en el Nuevo Mundo. • 1911, 1913 Vianna : clasificación del parásito como Leishmania braziliensis, y antimoniales en el tratamiento. Bates: primer caso de leishmaniasis mucocutánea. • 1921, hermanos Sergent, Parrot, Donatein y Bequet: picadura experimental en voluntarios, con desarrollo de lesión cutánea. • 1925, Adler y Theodor: agente causal y vector. • 1926, Montenegro: test cutáneo. • 1942, Vilanova : tratamiento intralesional con antimonio pentavalente. • 1957, Convit: leishmaniasis cutánea difusa. • 1968, Gunders y cols.: carácter zoonótico de la leishmaniasis; aislan L.major en Psammomys obesus. • 1985 , De la Loma y cols.: descripción de la coinfección Leishmania/VIH • 1996, Alvar y cols.: ciclo artificial antroponótico en coinfectados, a través de jeringas. Referencias 1. Organización Mundial de la Salud. Lucha contra la Leishmaniasis. Informe de un Comité de Expertos de la OMS. Serie de Informes Técnicos 793. Ginebra: 1.990 2. Basano, S. y Camargo, L.. Leishmaniosis Tegumentaria Americana: histórico, epidemiologia e perspectiva de controle. Rev, Bras. Epidemiol. Vol 7, Nro 3. 2004 3. Ousmeish Yooussef. Cutanoeus Leishmaniasis: A Historical Perspective. Clinics in Dermatology.; 17:249-254. 1999 4. WORLD HEALTH ORGANIZATION.. Control of Tropical Diseases. The Leishmaniases. Cooperation Francaise. Geneva: 1.993. 5. Walton, B. C.. American cutaneous and mucocutaneous leishmaniasis. En The Leishmaniases in Biology and Medicine. Volume II. Clinical Aspects and Control. Peters, W. y Killick-Kendrick, R. Ed. Academic Press. London. Pp. 639-664. 1.987 6. Convit, J.; De Lima, H.; Díaz, D.; Quiroga, R. y García, B. Normas Pautas y Procedimientos para la Aplicación del Tratamiento Inmunoterápico de la Leishmaniasis Cutánea Localizada. Caracas, Venezuela: M.S.A.S, Instituto de Biomedicina. 1.995 7. Reithinger Richard, Dujardin Jean-Claude, Louzir Hechmi, Pirmez Claude, Alexander Bruce, Brooker Simon. Cutaneous Leishmaniasis Review. En http://infection.thelancet.com Vol 7 September 2007.

sábado, 2 de junio de 2012

Personajes de la salud pública: Enrique Tejera

Médico, investigador científico y político. Exiliado en París por haber participado como dirigente estudiantil, en los sucesos universitarios de 1912. En Francia, tras servir en las ambulancias durante la Primera Guerra Mundial, obtiene el título de Médico Colonial en 1917. Sigue cursos de Bacteriología en el Instituto Pasteur de París, regresa a Venezuela en 1918; graduándose como Doctor en Ciencias Médicas. En Mene Grande y Trujillo descubre la existencia de la enfermedad de Chagas en Venezuela. En 1920 vuelve a Europa y realiza investigaciones, que combina con una exitosa carrera profesional. Publica numerosos trabajos en revistas médicas venezolanas y extranjeras y sus estudios sobre leishmaniasis, paludismo y los trasmisores de enfermedades tropicales, incluyendo la tripanosomiasis equina, le valen reconocimiento de instituciones extranjeras. En 1924, llega a ser director del laboratorio de Microbiología de la Sanidad Nacional, en el cual había comenzado su carrera sanitaria como exterminador de ratas, para luego ser preparador de bacteriología, ayudante de laboratorio, bacteriólogo y epidemiólogo (1924-1931). Durante el gobierno del presidente Eleazar López Contreras, fue nombrado ministro de Salubridad, Agricultura y Cría a comienzos de 1936. Sin embargo, a los 15 días, gracias a un plan madurado durante años, separa Agricultura y Cría y organiza el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, demostrando particular acierto en la designación de sus colaboradores: Martín Vegas, Arnoldo Gabaldón, Leopoldo García Maldonado, José Ignacio Baldó, Julio Diez, Darío Curiel y otros notables sanitaristas. A mediados del año 1936 renuncia al Ministerio de Sanidad, tras oponerse en una exposición ante el Congreso Nacional a una Ley de Defensa contra el Paludismo que según él, resultaría inútil y costosa. A partir de febrero de 1945, presidente del estado Carabobo donde realizó una obra eficaz en materia de educación, cultura y sanidad; en ese año trajo a Venezuela, y aplicó en Morón por primera vez, el DDT. Como consecuencia del 18 de octubre de 1945, se vio interrumpida su gestión de gobierno. Fue Profesor de histología normal (1926) en la Universidad Central de Venezuela, el 3 de febrero de 1926 fundó cátedra de Patología Tropical. En el campo de la investigación trabajó con éxito en la búsqueda de antibióticos a partir de los hongos microscópicos. Durante toda su vida Enrique Tejera compartió su incansable labor en la investigación y el progreso normal y científico de la medicina venezolana, con la reflexión social y política. Algunos cargos desempeñados por el doctor Tejera fueron: Presidente del Ateneo de Caracas; Presidente de La Cruz Roja Venezolana; en 1936 fue nombrado Ministro de Sanidad y Asistencia Social, Presidente y Director del Instituto Nacional de Higiene; ejerció la Cátedra de Medicina Tropical de la UCV; fue Ministro Plenipotenciario en el Reino de Bélgica, Ministro de Educación Nacional, Director ad-honorem del Instituto de Cultura Popular, Ministro Plenipotenciario en las Repúblicas de Uruguay y Paraguay, Presidente del estado Carabobo, Presidente de la Federación Médica Venezolana, Presidente de la Confederación Médica Panamericana, Presidente de la Sociedad de Ciencias Naturales, Presidente del Centro Venezolano-Francés, entre otros. Médico, investigador científico y político. Exiliado en París por haber participado como dirigente estudiantil, en los sucesos universitarios de 1912. En Francia, tras servir en las ambulancias durante la Primera Guerra Mundial, obtiene el título de Médico Colonial en 1917. Sigue cursos de Bacteriología en el Instituto Pasteur de París, regresa a Venezuela en 1918; graduándose como Doctor en Ciencias Médicas. En Mene Grande y Trujillo descubre la existencia de la enfermedad de Chagas en Venezuela. En 1920 vuelve a Europa y realiza investigaciones, que combina con una exitosa carrera profesional. Publica numerosos trabajos en revistas médicas venezolanas y extranjeras y sus estudios sobre leishmaniasis, paludismo y los trasmisores de enfermedades tropicales, incluyendo la tripanosomiasis equina, le valen reconocimiento de instituciones extranjeras. En 1924, llega a ser director del laboratorio de Microbiología de la Sanidad Nacional, en el cual había comenzado su carrera sanitaria como exterminador de ratas, para luego ser preparador de bacteriología, ayudante de laboratorio, bacteriólogo y epidemiólogo (1924-1931). Durante el gobierno del presidente Eleazar López Contreras, fue nombrado ministro de Salubridad, Agricultura y Cría a comienzos de 1936. Sin embargo, a los 15 días, gracias a un plan madurado durante años, separa Agricultura y Cría y organiza el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, demostrando particular acierto en la designación de sus colaboradores: Martín Vegas, Arnoldo Gabaldón, Leopoldo García Maldonado, José Ignacio Baldó, Julio Diez, Darío Curiel y otros notables sanitaristas. A mediados del año 1936 renuncia al Ministerio de Sanidad, tras oponerse en una exposición ante el Congreso Nacional a una Ley de Defensa contra el Paludismo que según él, resultaría inútil y costosa. A partir de febrero de 1945, presidente del estado Carabobo donde realizó una obra eficaz en materia de educación, cultura y sanidad; en ese año trajo a Venezuela, y aplicó en Morón por primera vez, el DDT. Como consecuencia del 18 de octubre de 1945, se vio interrumpida su gestión de gobierno. Fue Profesor de histología normal (1926) en la Universidad Central de Venezuela, el 3 de febrero de 1926 fundó cátedra de Patología Tropical. En el campo de la investigación trabajó con éxito en la búsqueda de antibióticos a partir de los hongos microscópicos. Durante toda su vida Enrique Tejera compartió su incansable labor en la investigación y el progreso normal y científico de la medicina venezolana, con la reflexión social y política. Algunos cargos desempeñados por el doctor Tejera fueron: Presidente del Ateneo de Caracas; Presidente de La Cruz Roja Venezolana; en 1936 fue nombrado Ministro de Sanidad y Asistencia Social, Presidente y Director del Instituto Nacional de Higiene; ejerció la Cátedra de Medicina Tropical de la UCV; fue Ministro Plenipotenciario en el Reino de Bélgica, Ministro de Educación Nacional, Director ad-honorem del Instituto de Cultura Popular, Ministro Plenipotenciario en las Repúblicas de Uruguay y Paraguay, Presidente del estado Carabobo, Presidente de la Federación Médica Venezolana, Presidente de la Confederación Médica Panamericana, Presidente de la Sociedad de Ciencias Naturales, Presidente del Centro Venezolano-Francés, entre otros. Fue miembro de muchas sociedades científicas y recibió numerosas distinciones honoríficas, entre éstas la Orden al Mérito en el Trabajo en su Primera Clase; Medalla de Instrucción Pública; Orden Francisco de Miranda; Gran Cordón de la Orden del Libertador; Medalla de Oro de la Federación Médica Venezolana; Gran Cordón de la Orden de la Corona de Bélgica; Gran Cordón de la Orden del Cóndor de Los Andes-Bolivia; Comendador de la Orden Carlos Finlay de Cuba; Comendador de la Orden do Cruzeiro do Sul Brasil; Oficial de la Legión de Honor, Francia; Medalla Nocht del Instituto de Medicina Tropical de Hamburgo, Alemania. Con motivo del III Congreso Medico Social Panamericano en 1951 en Caracas, en el discurso inaugural expresó: “El paludismo para Venezuela se trataba de un grave problema económico y social, cada dos horas moría de paludismo un hombre!....Antes de la campaña contra el paludismo se perdía todos los años por esa enfermedad 320.000.000 de bolívares, la lucha antipalúdica ha logrado reducir la tasa de mortalidad de 160 a 100 y luego a 10,……si desde que se emprendió la campaña antipalúdica se han gastado 60.000.000 y se han economizado 300.000.000, puede asegurarse que solo se ha tenido que invertirse en la lucha contra la malaria la quinta parte de lo que perdía anualmente la nación por causa de la terrible enfermedad”. El doctor Tejera falleció el día 28 de noviembre de 1980 a los 91 años.

El tabaco y la salud infantil

El tabaco y la salud infantil Por Dr. Carlos D’Suze Es muy bien conocido y documentado el impacto negativo que tiene el hábito tabáquico en la salud del adulto, casi todas las personas saben que fumar causa cáncer, enfermedades del corazón y otros problemas de salud graves, pero este inicio de sus efectos negativos se observan incluso antes de nacer, en el embarazo y continúan durante su proceso de crecimiento y desarrollo en la infancia. No es necesario que el niño o la madre fumen, el humo se fuma pasivamente como una combinación del humo exhalado por el fumador, así como el que es producto del cigarrillo, la pipa o el tabaco al arder. Esto se conoce como Humo de Tabaco Ambiental. Se estima que entre el 50-67% de los niños provienen de un hogar donde hay por lo menos un adulto fumador. Las consecuencias de esta exposición son evidentes a corto y largo plazo. Las mujeres que fuman durante el embarazo no solo corren un riesgo personal sino que ponen en riesgo la salud de sus bebés en desarrollo. Nada más estar donde hay humo de cigarrillo representa un riesgo para la mujer y su bebé. Los peligros de fumar durante el embarazo incluyen: • Más probabilidades de tener un aborto espontáneo, • Una de las causas de los problemas en la placenta, como Placenta Previa, Desprendimiento Prematuro de la Placenta y Ruptura Prematura de Membranas, la fuente que provee el oxígeno y el alimento al bebé durante el embarazo. • Se ha relacionado con niños con bajo peso y prematuridad al nacer, • Los bebés que nacen de madres que fumaron durante el embarazo tienen más probabilidades de tener defectos congénitos como labio leporino, paladar hendido o defectos del corazón. Este riesgo sobre la salud del humo de segunda mano, que se conoce también como fumar involuntariamente o fumar pasivamente, continúa en la infancia. Los niños son más vulnerables a los efectos del humo de tabaco en el medio ambiente debido a que todavía están desarrollándose físicamente, a que tienen un ritmo de respiración más acelerado que el de los adultos y porque no tienen control sobre su medio ambiente. Los niños con una exposición mayor al humo de segunda mano, tales como aquellos cuyas madres fuman, corren un riesgo mayor de sufrir efectos perjudiciales a la salud. En los infantes expuestos al humo de cigarrillo se ha encontrado una mayor incidencia de:  Retraso en el desarrollo intelectual, físico y neurológico, así como hasta el doble de posibilidad de padecer Síndrome de Muerte Súbita del Lactante.  Mayor riesgo de sufrir infecciones de las vías respiratorias tales como infecciones de oído, neumonía y bronquitis.  Riesgo 50% mayor de desarrollar uno o más trastornos conductuales, como problemas de aprendizaje y Trastorno por Déficit de Atención.  Los niños que han sido expuestos al Humo de Tabaco Ambiental tienen mayor probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón durante la vida adulta, aunque NUNCA hayan sido ellos mismos fumadores.  Desencadenante y agravante de las crisis asmáticas. Fumar es dañino para todo el mundo, pero especialmente para aquellas personas que tienen asma. El tabaco irrita las vías respiratorias, haciendo que se inflamen, se estrechen y se llenen de una mucosidad pegajosa, por esta razón, si una persona con asma está expuesta al humo de tabaco en el medio ambiente, le puede provocar ataques de asma y aumentar la gravedad de los síntomas. En niños asmáticos se encontró un mayor número de crisis, una mayor incidencia de necesidad de asistir a emergencia y del número de hospitalizaciones y un menor control de su enfermedad, inclusive con medicación. Entre las poblaciones con mayor riesgo de exposición pasiva al humo del tabaco destaca la pediátrica. La ley antitabaco no se aplica en los domicilios y la prevalencia de tabaquismo domiciliario es muy elevada en los países occidentales. Lactantes y preescolares, que pasan la mayor parte del tiempo en casa y además tienen un organismo inmaduro, con mecanismos de defensa no suficientemente desarrollados, son los más vulnerables a los efectos nocivos del humo ambiental. Todas las personas expuestas al Humo de Tabaco ambiental están también expuestos a todas las sustancias toxicas que contiene, más de 4000. Abrir las ventanas o instalar ventiladores no disminuye la exposición. Por tanto: • Evite fumar en lugares cerrados, • Prohíba fumar en su hogar y vehículo, • Coloque letreros en los que declare su hogar Libre de Humo de Tabaco y de No Fumar, retire los ceniceros y todo lo que sugiera que en su casa es permitido fumar. Los ambientes 100% libres de humo de tabaco protegen tanto a los No fumadores como a los Fumadores. Nuestros hijos tienen derecho a vivir en un ambiente libre de humo. Protégelos. http://www.youngwomenshealth.org/spsmokeinfo.html, http://kidshealth.org/parent/centers/asthma_center.html, http://www.cdc.gov/spanish/tabaco/hispanic.htm, http://www.paho.org/spanish/dd/pub/10069_Fumadores.pdf Twitter: @carlosdsuze Facebook: epidemiorum salud publica e-mail: epidemiorum@gmail.com blog: http://epidemiorum.blogspot.com/

Dr. José María Bengoa: Sanareño de corazón

Dr. José María Bengoa: Sanareño de corazón
Por Dr. Carlos D’Suze Nació en Bilbao, España, el 20 de abril de 1913, en 1936 se graduó en Licenciatura en Medicina, en la Universidad de Valladolid, llegó a Venezuela en abril de 1938. A los tres meses, el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social le ofreció un puesto como médico rural en Sanare, Estado Lara, a la que se llegaba en dos días en autobús. Sanare, un municipio de unos tres mil habitantes en el casco de la población y doce mil más en caseríos dispersos por una gran extensión de tierra montañesa. Al llegar a Sanare le llamó la atención tres cosas aparentemente independientes: la estatura baja de una gran parte de la población, que pensó tendría un origen racial; en segundo lugar observó que lo niños escolares no jugaban durante el recreo, sino que permanecían sentado en la acera del patio y pensó que se debía a que no tenían balones, aros y otros objetos de los juegos infantiles; y finalmente la llegada al dispensario de niños de 1 a 3 años de edad, hinchados, con dermatitis similares a las quemaduras y una tristeza en la mirada que dolía el alma. Tuvo que pasar varias semanas para darse cuenta que las tres observaciones tenían un mismo origen: el hambre crónica, en el primero y segundo caso; y aguda en el tercero. Instaló en el patio del dispensario unas colchonetas para que los niños desnutridos permanecieran de 8 a 10 horas, con el fin de que recibieran así la alimentación requerida. Las madres colaboraban en el trabajo. Hubo temporadas en las que el patio llegó a tener hasta 10 y 12 niños. Los enfermos se recuperaban en 3 ó 4 meses a la vez que las madres recibían la educación alimentaria apropiada. Así nació el primer Centro de Recuperación Nutricional, hoy extendidos por todo el mundo. Un día el Padre Quintana fue a visitar el Centro y le preguntó cuándo daba de alta a los niños: su respuesta fue clara y sencilla: “cuando sonríen, Padre, cuando sonríen” Por ello se dedicó a estudiar la alimentación y las condiciones de vida de la población, naciendo el libro titulado Medicina social en el medio rural venezolano, que fue editado por el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social en 1940. Fue llamado a Caracas para organizar una Sección de Nutrición en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. En la década de 1940 a 1950 se crearon una serie de instituciones, entre ellas el Instituto Nacional de Nutrición y la Escuela de Nutricionistas y Dietistas, que adquirieron cierto renombre en América Latina. En 1955, la Organización Mundial de la Salud, solicitó sus servicios al Ministerio de Sanidad, para ingresar en el Departamento de Nutrición. A partir de este momento se fueron extendiendo por todo el mundo los Centros de Recuperación Nutricional que tan buenos resultados están dando todavía. De regreso a Venezuela en 1974, tuvo la oportunidad de trabajar en el Consejo Venezolano de Investigaciones Científicas (CONICIT), cubriendo principalmente los temas de salud y nutrición, Por la misma época fue nombrado profesor del Curso de Maestría de Planificación Alimentaría y Nutricional de la Universidad Central de Venezuela y profesor visitante del MIT, en Boston. En 1983, pasa a dirigir una nueva fundación dedicada a los problemas de la nutrición y el hambre, la Fundación Cavendes, y en donde fue el Director Ejecutivo durante 13 años. Sus colaboradores y discípulos pensaron que el mejor homenaje era crear la Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición “El esfuerzo por combatir y entender esa compleja interacción hambre-enfermedad lo convirtió en el primer Doctor en Nutrición de América Latina graduado en la Universidad de la Vida de Sanare. El 14 de febrero de 2002, con motivo de las actividades conmemorativas del centenario de la Organización Panamericana de Salud, se le confiere el título de Héroe de la Salud Pública, en Enero de 2004 recibe el Doctorado honoris causa por la Universidad de Alicante de España, mas recientemente, en Enero de 2006, la Universidad Simón Bolívar le confiere también el Doctorado honoris causa. El 16 de enero de 2010 falleció en Bilbao el eminente médico, sanitarista y especialista en nutrición. Nacido en el País Vasco, hizo de Venezuela su patria de acogida y residió en ella por más de 60 años.