Dr. Carlos D’Suze
El Dengue y el Dengue Hemorrágico han constituido desde los años 80 un grave problema de salud de salud pública en los países de la región neotropical de las Américas, por los contantes, extensos y explosivos brotes que ha generado, transformándose en una situación endémica en la región1; a pesar de los esfuerzos por parte de los Estados Miembros para contenerlo y mitigar el impacto de las epidemias2.
A partir de los años 60, su frecuencia y dispersión ha ido en aumento, paralelamente a la reinfestación de las ciudades por el mosquito vector Aedes aegypti. Este hecho ha creado las condiciones para la aparición reiterada de las formas más severas de la enfermedad: el dengue hemorrágico con dos formas clínicas posibles, el dengue hemorrágico propiamente dicho y el dengue hemorrágico con síndrome de shock, con frecuentes e importantes epidemias de dengue en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Venezuela, México, toda Centroamérica, Antillas y Estados Unidos, entre otros países3.
Si bien el dengue y el dengue hemorrágico tienen alcance mundial, su surgimiento como importante problema de salud pública, es notable en las Américas. El dengue se ha tornado hiperendémico (tipos 1, 2 y 4) en muchos países de las zonas tropicales del continente americano4.
A principios de este siglo más de 2.500 millones de personas, es decir, más de dos quintas partes de la población mundial viven en zonas en riesgo de dengue y más de 100 países han informado de la presencia de esta enfermedad en su territorio. La Región de las Américas ha sido una de las más afectadas por el dengue y su forma más grave, el dengue hemorrágico5. Actualmente se estima que 3.600 millones de personas en 124 países se encuentran en riesgo de infección y 500 millones de personas infectadas cada año. Más de dos millones de casos de dengue hemorrágico se producen cada año, y 21.000 aproximadamente muertes son probablemente atribuibles al dengue6.
El dengue hemorrágico se describió en el sudeste asiático en 1960 después de las epidemias de Manila, Filipinas, y Bangkok, Tailandia. La primera gran epidemia de dengue hemorrágico en América ocurrió en Cuba en 1981, con miles de enfermos y 158 fallecidos. Aunque se logró controlar y la Región no tuvo nuevas epidemias durante siete años, la circulación simultánea de varios serotipos en un mismo país (hiperendemia) ha perpetuado el riesgo, existente aún, de nuevas epidemias de esta forma grave de dengue5.
En Venezuela, el brote epidémico por dengue, se inicia en el mes de Septiembre de 1989. Las tasas de morbilidad y mortalidad por ésta patología se ubicaron en 21 casos por cada 100.000 habitantes y una defunción por cada 1.000.000 de personas, respectivamente, llegando a morir 7 de cada 1.000 enfermos por dengue.
En el país, durante el período 1990-2010 han ocurrido varios brotes epidémicos importantes, en los años 1990, 1994, 1995, 1997, 1998, 2001, 2002 y 2007, presentándose 80.646 casos en el 2007, con una tasa de 293,4 por cada 100.000 habitantes, bajando a 172,5 en 2008 con 48.188 casos, incrementándose a 232,1 en 2009 con 65.869 casos y con la tasa de incidencia más alta de todo el período casi duplicándose la tasa con 433,3 casos por cada 100.000 habitantes en el año 2010 cuando se reportaron 124.931 casos3.
La tasa más alta de estos brotes epidémicos previos al 2010, se observó en el año 2.001 con 335, 8 por 100.000 habitantes Es de hacer notar, que uno de las metas del milenio con las cuales Venezuela está comprometida, consiste en disminuir la tasa de morbilidad por esta enfermedad para el 2015. Con la situación antes planteada, es evidente que será muy cuesta arriba que el país pueda cumplir con este compromiso3.
Durante el año 2010 se notificaron más de 1.8 millones de casos en América, de los cuales 44.656 correspondieron a la forma grave y 1.167 fallecieron. La tasa de letalidad del dengue en la región para el 2010 fue de 2,6 %. En este año, varios países registraron brotes de dengue con un número total de casos que sobrepasaron los datos históricos registrados. Entre los países que registraron brotes se menciona a Brasil, Colombia, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, varios países y territorios del Caribe Inglés y francés, así como la introducción del dengue en Florida (Key West)7.
En Venezuela para 2010, los casos registrados representa la incidencia más alta de su historia, El acumulado del año es de 124.931 casos de los cuales 8,2% son hemorrágicos (10.278 casos), con una razón Fiebre Dengue/Dengue Hemorrágico de 11:1. ). Se mantiene la circulación, de los cuatro (4) Serotipos (Dengue 1, Dengue 2, Dengue 3 y Dengue 4) a predominio del serotipo 2.8
Siete Estados reportaron el 60,1 % de los casos de Dengue de ese año: Miranda, Zulia, Distrito Capital, Mérida, Aragua, Lara y Táchira, aunque los Estados con mayor riesgo fueron los Estados Amazonas y Mérida con 1.479,5 y 1085,3 casos por 100.000 habitantes, y doce Estados reportaron una tasa de incidencia por encima de la tasa nacional8.
El dengue requiere abordarse como una única enfermedad con presentaciones clínicas diferentes que van desde estados benignos hasta evolución clínica severa y desenlaces que causan la muerte9.
La Iniciativa Pediátrica de vacuna contra el Dengue, (PDVI), en la reunión de expertos del dengue de los países endémicos, la del dengue en Asia y el Pacífico y las Américas formuló recomendaciones para alcanzar los mejores datos posibles de la vigilancia del dengue. Sus recomendaciones incluyen: (1) Cada país endémico de dengue debe hacer la presentación de informes de casos de dengue en forma obligatoria, (2) los sistemas de notificación electrónica debe ser desarrollado y utilizado, (3), como mínimo, los datos de vigilancia del dengue debe incluir la incidencia, las tasas de hospitalización, las muertes por grupos de edad, (4) estudios adicionales debe ser completado para comprobar la sensibilidad del sistema; (5) los laboratorios deberán compartir los conocimientos y datos; (6) pruebas que identifican el virus del dengue se debe utilizar en pacientes con fiebre durante cuatro días o menos y las pruebas de anticuerpos se debe utilizar después de 4 días para el diagnóstico del dengue, y (7) la detección temprana y la predicción de los brotes de dengue deben ser los objetivos de los sistemas nacionales de vigilancia.6.
Referencias
1. Mazzarri, M, Mora J, Godoy O, Sequeda M. Situación del dengue y el Programa de Control de Aedes aegyptín en Venezuela, 1998. Boletín de la Dirección de Malariología y Saneamiento Ambiental, MSAS, Vol XXXVIII, Nro 2. 1998
2. OPS/OMS Dengue, Guía de Atención para Enfermos en la región de las Américas. La Paz. Bolivia, OPS/OMS 2010. En http://www.bvsde.paho.org/texcom/cd045364/dengueatencion.pdf
3. Federación Médica venezolana, Diagnóstico del Sector Salud en Venezuela. Estudios de la Enfermedades Emergentes y Reemergentes. LXIII Reunión Ordinaria de la Asamblea de la Federación Médica Venezolana. Coro, Estado Falcón. Octubre 2008
4. OPS. Programa de Enfermedades Transmisibles. Enfermedades infecciosas nuevas, emergentes y reemergentes. Boletín Epidemiológico 1995, sept; 16 (3): 1-7
5. Gustavo Kourí. El dengue, un problema creciente de salud en las Américas. Rev Panam Salud Publica 2006 Mar 19(3): 143-145. Available from: http://www.scielosp.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1020-49892006000300001&lng=en
6. Mark E. B. et al. Best Practices in Dengue Surveillance: A Report from the Asia-Pacific and Americas Dengue Prevention BoardsPLoS Negl Trop Dis. 2010 November; 4(11): e890. Published online 2010 November 16. doi: 10.1371/journal.pntd.0000890.
7. OPS. Alerta Epidemiológica Actualización sobre la situación de Dengue en las Américas en http://bvs.insp.mx/local/File/2011_02_febrero_brote_dengue.pdf Publicado el 2 de febrero 2011
8. MPPS. Boletín Epidemiológico Semana 52, en http://www.mpps.gob.ve/descargas/doc/Boletin_52.pdf
9. OPS/OMS Dengue, Guía de Atención para Enfermos en la región de las Américas. La Paz. Bolivia, OPS/OMS 2010. En http://www.bvsde.paho.org/texcom/cd045364/dengueatencion.pdf
La palabra epidemiología, que proviene de los términos griegos “epi” (encima), “demos” (pueblo) y “logos” (estudio), significa el estudio de “lo que está sobre las poblaciones”. En 1580, aparece un libro importante para la epidemiología, publicado por el médico francés Guillaume de Baillou (1538-1616), llamado Epidemiorum (“sobre las epidemias”), con una relación completa de las epidemias de sarampión, difteria y peste bubónica aparecidas en Europa entre 1570 y 1579.
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