La palabra epidemiología, que proviene de los términos griegos “epi” (encima), “demos” (pueblo) y “logos” (estudio), significa el estudio de “lo que está sobre las poblaciones”. En 1580, aparece un libro importante para la epidemiología, publicado por el médico francés Guillaume de Baillou (1538-1616), llamado Epidemiorum (“sobre las epidemias”), con una relación completa de las epidemias de sarampión, difteria y peste bubónica aparecidas en Europa entre 1570 y 1579.
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sábado, 2 de junio de 2012
Personajes de la salud pública: Enrique Tejera
Médico, investigador científico y político. Exiliado en París por haber participado como dirigente estudiantil, en los sucesos universitarios de 1912. En Francia, tras servir en las ambulancias durante la Primera Guerra Mundial, obtiene el título de Médico Colonial en 1917. Sigue cursos de Bacteriología en el Instituto Pasteur de París, regresa a Venezuela en 1918; graduándose como Doctor en Ciencias Médicas. En Mene Grande y Trujillo descubre la existencia de la enfermedad de Chagas en Venezuela. En 1920 vuelve a Europa y realiza investigaciones, que combina con una exitosa carrera profesional.
Publica numerosos trabajos en revistas médicas venezolanas y extranjeras y sus estudios sobre leishmaniasis, paludismo y los trasmisores de enfermedades tropicales, incluyendo la tripanosomiasis equina, le valen reconocimiento de instituciones extranjeras.
En 1924, llega a ser director del laboratorio de Microbiología de la Sanidad Nacional, en el cual había comenzado su carrera sanitaria como exterminador de ratas, para luego ser preparador de bacteriología, ayudante de laboratorio, bacteriólogo y epidemiólogo (1924-1931).
Durante el gobierno del presidente Eleazar López Contreras, fue nombrado ministro de Salubridad, Agricultura y Cría a comienzos de 1936. Sin embargo, a los 15 días, gracias a un plan madurado durante años, separa Agricultura y Cría y organiza el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, demostrando particular acierto en la designación de sus colaboradores: Martín Vegas, Arnoldo Gabaldón, Leopoldo García Maldonado, José Ignacio Baldó, Julio Diez, Darío Curiel y otros notables sanitaristas.
A mediados del año 1936 renuncia al Ministerio de Sanidad, tras oponerse en una exposición ante el Congreso Nacional a una Ley de Defensa contra el Paludismo que según él, resultaría inútil y costosa. A partir de febrero de 1945, presidente del estado Carabobo donde realizó una obra eficaz en materia de educación, cultura y sanidad; en ese año trajo a Venezuela, y aplicó en Morón por primera vez, el DDT. Como consecuencia del 18 de octubre de 1945, se vio interrumpida su gestión de gobierno.
Fue Profesor de histología normal (1926) en la Universidad Central de Venezuela, el 3 de febrero de 1926 fundó cátedra de Patología Tropical. En el campo de la investigación trabajó con éxito en la búsqueda de antibióticos a partir de los hongos microscópicos. Durante toda su vida Enrique Tejera compartió su incansable labor en la investigación y el progreso normal y científico de la medicina venezolana, con la reflexión social y política.
Algunos cargos desempeñados por el doctor Tejera fueron: Presidente del Ateneo de Caracas; Presidente de La Cruz Roja Venezolana; en 1936 fue nombrado Ministro de Sanidad y Asistencia Social, Presidente y Director del Instituto Nacional de Higiene; ejerció la Cátedra de Medicina Tropical de la UCV; fue Ministro Plenipotenciario en el Reino de Bélgica, Ministro de Educación Nacional, Director ad-honorem del Instituto de Cultura Popular, Ministro Plenipotenciario en las Repúblicas de Uruguay y Paraguay, Presidente del estado Carabobo, Presidente de la Federación Médica Venezolana, Presidente de la Confederación Médica Panamericana, Presidente de la Sociedad de Ciencias Naturales, Presidente del Centro Venezolano-Francés, entre otros.
Médico, investigador científico y político. Exiliado en París por haber participado como dirigente estudiantil, en los sucesos universitarios de 1912. En Francia, tras servir en las ambulancias durante la Primera Guerra Mundial, obtiene el título de Médico Colonial en 1917. Sigue cursos de Bacteriología en el Instituto Pasteur de París, regresa a Venezuela en 1918; graduándose como Doctor en Ciencias Médicas. En Mene Grande y Trujillo descubre la existencia de la enfermedad de Chagas en Venezuela. En 1920 vuelve a Europa y realiza investigaciones, que combina con una exitosa carrera profesional.
Publica numerosos trabajos en revistas médicas venezolanas y extranjeras y sus estudios sobre leishmaniasis, paludismo y los trasmisores de enfermedades tropicales, incluyendo la tripanosomiasis equina, le valen reconocimiento de instituciones extranjeras.
En 1924, llega a ser director del laboratorio de Microbiología de la Sanidad Nacional, en el cual había comenzado su carrera sanitaria como exterminador de ratas, para luego ser preparador de bacteriología, ayudante de laboratorio, bacteriólogo y epidemiólogo (1924-1931).
Durante el gobierno del presidente Eleazar López Contreras, fue nombrado ministro de Salubridad, Agricultura y Cría a comienzos de 1936. Sin embargo, a los 15 días, gracias a un plan madurado durante años, separa Agricultura y Cría y organiza el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, demostrando particular acierto en la designación de sus colaboradores: Martín Vegas, Arnoldo Gabaldón, Leopoldo García Maldonado, José Ignacio Baldó, Julio Diez, Darío Curiel y otros notables sanitaristas.
A mediados del año 1936 renuncia al Ministerio de Sanidad, tras oponerse en una exposición ante el Congreso Nacional a una Ley de Defensa contra el Paludismo que según él, resultaría inútil y costosa. A partir de febrero de 1945, presidente del estado Carabobo donde realizó una obra eficaz en materia de educación, cultura y sanidad; en ese año trajo a Venezuela, y aplicó en Morón por primera vez, el DDT. Como consecuencia del 18 de octubre de 1945, se vio interrumpida su gestión de gobierno.
Fue Profesor de histología normal (1926) en la Universidad Central de Venezuela, el 3 de febrero de 1926 fundó cátedra de Patología Tropical. En el campo de la investigación trabajó con éxito en la búsqueda de antibióticos a partir de los hongos microscópicos. Durante toda su vida Enrique Tejera compartió su incansable labor en la investigación y el progreso normal y científico de la medicina venezolana, con la reflexión social y política.
Algunos cargos desempeñados por el doctor Tejera fueron: Presidente del Ateneo de Caracas; Presidente de La Cruz Roja Venezolana; en 1936 fue nombrado Ministro de Sanidad y Asistencia Social, Presidente y Director del Instituto Nacional de Higiene; ejerció la Cátedra de Medicina Tropical de la UCV; fue Ministro Plenipotenciario en el Reino de Bélgica, Ministro de Educación Nacional, Director ad-honorem del Instituto de Cultura Popular, Ministro Plenipotenciario en las Repúblicas de Uruguay y Paraguay, Presidente del estado Carabobo, Presidente de la Federación Médica Venezolana, Presidente de la Confederación Médica Panamericana, Presidente de la Sociedad de Ciencias Naturales, Presidente del Centro Venezolano-Francés, entre otros.
Fue miembro de muchas sociedades científicas y recibió numerosas
distinciones honoríficas, entre éstas la Orden al Mérito en el Trabajo en su Primera Clase; Medalla de Instrucción Pública; Orden Francisco de Miranda; Gran Cordón de la Orden del Libertador; Medalla de Oro de la Federación Médica Venezolana; Gran Cordón de la Orden de la Corona de Bélgica; Gran Cordón de la Orden del Cóndor de Los Andes-Bolivia; Comendador de la Orden
Carlos Finlay de Cuba; Comendador de la Orden do Cruzeiro do Sul Brasil; Oficial de la Legión de Honor, Francia; Medalla Nocht del Instituto de Medicina Tropical de Hamburgo, Alemania.
Con motivo del III Congreso Medico Social Panamericano en 1951 en Caracas, en el discurso inaugural expresó: “El paludismo para Venezuela se trataba de un grave problema económico y social, cada dos horas moría de paludismo un hombre!....Antes de la campaña contra el paludismo se perdía todos los años por esa enfermedad 320.000.000 de bolívares, la lucha antipalúdica ha logrado reducir la tasa de mortalidad de 160 a 100 y luego a 10,……si desde que se emprendió la campaña antipalúdica se han gastado 60.000.000 y se han economizado 300.000.000, puede asegurarse que solo se ha tenido que invertirse en la lucha contra la malaria la quinta parte de lo que perdía anualmente la nación por causa de la terrible enfermedad”. El doctor Tejera falleció el día 28 de noviembre de 1980 a los 91 años.
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